Ser Seglar… la verdad es que siento que me agarran en curva, como se dice, como cuando a veces te hacen preguntas y te quedás callado, no por ignorancia, sino porque la respuesta te toca, te exige hacer una revisión profunda de tus pensamientos y recuerdos, de tus valores, de tus ilusiones, de tus sentimientos, y bueno, eso me ha pasado al abrir el blog.
Algunos ya me conocen de sobra, soy de los llamados “fundadores”, otros apenas y me han visto alguna que otra vez, soy Carmelita Descalzo, pero antes de serlo soy Seglar.
Algunos ya me conocen de sobra, soy de los llamados “fundadores”, otros apenas y me han visto alguna que otra vez, soy Carmelita Descalzo, pero antes de serlo soy Seglar.
Para mí ser Seglar (Carmelita Misionero Seglar) es vivir desde una manera particular la rutina de cada día, es...
un modo de ser impregnado por un carisma. Un carisma es siempre una expresión particular de vivir inspirados por el Espíritu Santo, hay diversidad de carismas en la Iglesia, signo de que está viva y dinámica.
Nuestro carisma, o modo de ser, creo que está resumido en nuestro nombre, he iré comentando brevemente lo que significa para mí.
El carisma del Seglar es en primer lugar CARMELITANO. La familia del Carmelo obtiene sus fuentes espirituales en el testimonio de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, los así llamados “santos padres”, pero el Carmelo no se agota con ellos, se enriquece con la santidad de tantos hombres y mujeres que son santos y queremos imitar, entre ellos el beato Francisco Palau y Quer, Carmelita y gran teresiano. El Carmelo es un carisma que nos lleva a descubrir el valor profundo de la AMISTAD, con Dios y con los demás. La necesidad apremiante del encuentro constante, cercano y amoroso con Dios en la ORACIÓN es algo fundamental en nosotros, recordando que orar no consiste en pensar mucho, sino en amar mucho. El Carmelo es escuela de HUMANIDAD, donde Cristo, el Hombre por excelencia, nos va mostrando el camino para ir encontrando la plenitud de vida que sólo Él proporciona, la verdadera felicidad. El Carmelo es también lugar de ENCUENTRO MISERICORDIOSO con la realidad muchas veces retante y dolorosa, con los desiertos que nos afligen, con las pobrezas y miserias propias y de los más pequeños. El Carmelo es una vocación a vivir en COMUNIDAD, por eso el Seglar es llamado por Dios a formar fraternidad con otras y otros, llamados a dejar de lado nuestros egoísmos y compartir la vida, la alegría, la fe. Ser carmelita es vivir desde el centro mismo del corazón de Cristo, experimentar en verdad su amor para ser testimonio creíble de su acción en la sociedad y en la Iglesia.
Por Francisco Melgar
SER SEGLAR...
ResponderEliminarPara mi es ser parte de una gran familia. Es mi familia! Me refugio y me fortalezco en la oracion.
Y me encanto leer esta entrega pues tocas puntos que solo se pueden saber y comprender si lo has vivido.
Me quedo con: "...Orar no consiste en pensar mucho, sino en amar mucho..."
definirlo con alguna frace especifica creo que no se puede!!! yo mas lo tomaria como "...y a la tarde te examinaran en el amor."
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