¿Y por dónde comienzo entonces?... Me desnudaré antes ustedes, después de todo, "todo queda en familia".
No tengo un plan definido todavía. No tengo una estructura. Pero es que simplemente no quiero una razón más para mi migraña. Esto puede ser un poco arriesgado, no sé cómo llegaré, pero tengo muy claro lo que quiero.
Voy hablar de un ideal, lo más aterrizado posible, pero al fin, después de todo, soy un hombre común. No más grande, no más correcto, tan imperfecto como cualquiera de los lectores. Y corro el riesgo de ser juzgado por mis palabras. Bueno. Acepto el reto. Y el que pueda, que lance la primer piedra. Pero hay que ubicarse. Lo más grandioso de este blog, tengan por seguro, será solo gracias al
Padre. Por los errores, desde ahora, asumo las consecuencias.
Y lanzo la primer pregunta de este blog. ¿Cómo se distingue a un Seglar? (De aquí en adelante a los miembros del Carmelo Misionero simplemente como "Seglares") ¿Cuáles son sus principales características? Nombraré algunas, espero que ustedes completen la lista. Y no hablo del plan de vida, eso está clarísimo en los estatutos. Pero no en todo momento nuestros compañeros de trabajo, de estudio, nuestra familia, los del equipo de fútbol, las personas que abordan un autobús, el que está pidiéndome la vía en la carretera, el que se acerca para consultarme una dirección, esos más cercanos o más lejanos a nuestro entorno, no nos verán orando en silencio, ellos a lo mejor no nos ven con una camándula enredada en los dedos, ellos no están ahí cuando compartimos un canto en una comunidad. ¿Cómo entonces ellos se dan cuenta que somos distintos? ¿Cómo ellos se sienten interesados por acercarse y conocer eso que nos hace distintos? (Y no se vale decir que con la medallita del aniversario)
No tengo un plan definido todavía. No tengo una estructura. Pero es que simplemente no quiero una razón más para mi migraña. Esto puede ser un poco arriesgado, no sé cómo llegaré, pero tengo muy claro lo que quiero.
Voy hablar de un ideal, lo más aterrizado posible, pero al fin, después de todo, soy un hombre común. No más grande, no más correcto, tan imperfecto como cualquiera de los lectores. Y corro el riesgo de ser juzgado por mis palabras. Bueno. Acepto el reto. Y el que pueda, que lance la primer piedra. Pero hay que ubicarse. Lo más grandioso de este blog, tengan por seguro, será solo gracias al
Padre. Por los errores, desde ahora, asumo las consecuencias.
Y lanzo la primer pregunta de este blog. ¿Cómo se distingue a un Seglar? (De aquí en adelante a los miembros del Carmelo Misionero simplemente como "Seglares") ¿Cuáles son sus principales características? Nombraré algunas, espero que ustedes completen la lista. Y no hablo del plan de vida, eso está clarísimo en los estatutos. Pero no en todo momento nuestros compañeros de trabajo, de estudio, nuestra familia, los del equipo de fútbol, las personas que abordan un autobús, el que está pidiéndome la vía en la carretera, el que se acerca para consultarme una dirección, esos más cercanos o más lejanos a nuestro entorno, no nos verán orando en silencio, ellos a lo mejor no nos ven con una camándula enredada en los dedos, ellos no están ahí cuando compartimos un canto en una comunidad. ¿Cómo entonces ellos se dan cuenta que somos distintos? ¿Cómo ellos se sienten interesados por acercarse y conocer eso que nos hace distintos? (Y no se vale decir que con la medallita del aniversario)
La alegría lo inunda en todo momento. Saberse hijo, hermano, saberse amado por el padre es fuente de una alegría permanente, que transmite a todos los que le rodean. Conocidos o desconocidos, en el lugar en el que se encuentre.
Vive la amistad y la procura. En un encuentro, en una reunión, en un salón de clases, en todo lugar en el que considere pertinente, no se acomoda. No se dedica solo a compartir con su amigo de infancia, con su chero o su chera de toda la vida, con su carnal, su brother o como quieran llamarlo. Va más allá. Está atento, observa. ¿Quién está solo?, ¿Quién se siente incómodo o fuera de lugar?, ¿Quién ha sido invitado pero su timides no lo deja disfrutar?. Y entonces el Seglar actúa. Se le acerca, con una sonrisa sincera, con una genuina intención de acogerlo en el grupo de integrarlo.
Compite, pero sobre todo disfruta y procura que otros disfruten. Piensa en ganar, pero sobretodo en disfrutar. Cada cosa en su lugar. No pierde la cabeza, no se enfada sin razón aparente. Es un autentico miembro de equipo. Dirigir cuando hace falta y obedecer aún a sus compañeros, a los menos experimentados, porque el orgullo no lo cega.
Es paciente: Escucha primero, habla después. Escucha tratando de ponerse en los zapatos del otro. Escucha sin un prejuicio, simplemente escucha.
Toma la iniciativa: Cede su asiento en el autobús, detiene el auto para que pase alguien, se ofrece a lavar los platos, a limpiar, se queda una hora más o las que haga falta ayudando a un compañero... pero no espera que se lo digan o que se lo pidan. Simplemente está siempre pendiente de la oportunidad.
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